La volatilidad económica, la emergencia climática, el acelerado cambio tecnológico y la disrupción del talento son algunos temas que se discuten constantemente dentro del liderazgo estratégico.
Si bien este panorama es desafiante para las empresas, muchos ejecutivos confían en que pueden lograr sus objetivos de crecimiento. De hecho, los resultados de la Global CEO Survey 2023, capítulo México, revelaron que ocho de cada 10 directores generales encuestados en el país son optimistas sobre las perspectivas de ingreso de sus empresas.
Sin embargo, alcanzar esta meta requerirá un enfoque ágil y colaborativo, basado en estrategias que puedan adaptarse a los retos económicos, las nuevas regulaciones, y los cambios en las demandas del mercado.
A continuación, describimos los principales impulsores de crecimiento y cómo la alta dirección puede trabajar en conjunto para generar valor de manera dinámica y estratégica.
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Los cambios en el panorama geopolítico influyen en las operaciones en México. Los líderes ejecutivos necesitan adoptar una perspectiva estratégica frente a los riesgos que se presentan. Esto implica una reformulación de cómo se abordan las crisis, los riesgos y la resiliencia, todo ello de manera colaborativa y coordinada.
Los resultados de la encuesta Global CEO Survey 2023, capítulo México, indicaron que el 82% de los directores generales del país considera que su empresa estaría expuesta este año a la volatilidad macroeconómica y 74% a conflictos geopolíticos. El Chief Risk Officer (CRO) o similar podría trabajar en conjunto con otros miembros de la alta dirección para mitigar los riesgos y, con ello, facilitar oportunidades de crecimiento.
En 2022, debido a los altos índices de inflación y variables macroeconómicas adversas para el crecimiento de los negocios, más de la mitad de los CEO mexicanos (59%) implementó medidas para reducir costos. Si bien esta acción dio resultados para atender al problema de manera inmediata, la estrategia general debería enfocarse en atender aquellas capacidades que inhiben el crecimiento. Por ejemplo, el ahorro realizado podría reasignarse hacia inversiones que generen un retorno de inversión a corto y mediano plazos.
La sostenibilidad es un asunto cada vez más importante para inversionistas y consumidores. Ante esto, los criterios ESG o ASG (ambiental, social y de gobernanza) ayudan a fortalecer la creación de valor de las empresas a futuro.
Las compañías necesitan evaluar la implementación de una estrategia ESG que incluya acciones para reducir su huella de carbono, incidir positivamente en las comunidades en las que operan y optimizar la supervisión de los consejos de administración en temas de sostenibilidad.
La edición ESG de la encuesta Global CEO Survey 2023, indicó que dos de cada 10 empresas priorizarían la inversión en descarbonizar el modelo de negocios y 48% en adoptar fuentes de energía alternativas este año. Es tiempo de sentar las bases para incorporar la sostenibilidad en la empresa para generar valor y mantenerse relevantes a largo plazo.
El profundo impacto de la pandemia en el mercado laboral ha cambiado drásticamente las expectativas de la sociedad y las estrategias que los empleadores necesitan implementar para la gestión de su talento. Mientras que los trabajadores esperan recibir apoyo para mantener su bienestar físico y emocional, a través de una cultura laboral más saludable y flexibilidad para trabajar a distancia o en modalidad híbrida, tienen la expectativa de ser capacitados en materia tecnológica y en el desarrollo de soft skills para desempeñar su trabajo de una mejor manera y evitar ser reemplazados en el futuro.
En tanto, la alta dirección enfrenta el reto de impulsar el crecimiento a través de la atracción y retención del talento adecuado, en los puestos correctos y con las habilidades requeridas, conservando un enfoque en el control de costos.
En este sentido, construir una relación de confianza con los colaboradores, demanda que los líderes empresariales pongan en la mesa los deseos y necesidades de su talento, conservando un equilibrio con su enfoque de crecimiento.
A medida que el mercado demanda una transformación por parte de las empresas, la tecnología se afianza como uno de los elementos clave para reinventar los siguientes factores:
Función financiera: aumentar las capacidades en la gestión del rendimiento, mejorar la administración del efectivo y el riesgo financiero
Talento: automatización, trabajo con la inteligencia artificial, asignación de tareas más complejas
ESG: elaboración de reportes ambientales detallados, adopción de energías alternativas, mayor transparencia fiscal
Impuestos: mejor cumplimiento, detección y resolución de inconsistencias, mayor capacidad de respuesta ante cambios regulatorios
Ciberseguridad: fortalecer la estrategia y evaluar la inversión para mitigar ciberataques
Fusiones y adquisiciones: aceleración del ciclo de negociaciones, recopilación y análisis de grandes volúmenes de datos para tomar mejores decisiones
Consejo de administración: rediseño del modelo de gobernanza, mejor supervisión del riesgo
La velocidad de los cambios tecnológicos hace necesaria la coordinación de los miembros de la alta dirección y el involucramiento transversal de cada líder para contribuir en la creación de estrategias holísticas, sostenibles en el largo plazo.