¿Por qué el nearshoring es una oportunidad para la economía mexicana?

2023 será un año lleno de desafíos para las empresas con operaciones en México. Esto se debe a que las grandes disrupciones globales —como los conflictos geopolíticos, la volatilidad económica y las perspectivas de bajo crecimiento­ económico— afectarán su rentabilidad en el corto plazo.

Los líderes de las compañías son conscientes de esto. De acuerdo con los resultados de la Global CEO Survey 2023. Capítulo México, estudio elaborado por PwC, el 63% de los CEO en México consideran que la economía nacional tendrá un declive durante este año. Sin embargo, 8 de cada 10 directores ejecutivos se muestran optimistas respecto al crecimiento de sus empresa1.

Globalmente también hay una percepción positiva sobre el desempeño de las organizaciones mexicanas. Según información del estudio más reciente de la misma empresa, nuestro país se coloca como el 10º país con mayor oportunidad de crecimiento en términos de ingresos para las compañías a nivel mundial2. Una de las razones que sustenta esta confianza en el performance de las empresas que operan en México son los potenciales beneficios que traerá el nearshoring.


Pero, ¿qué es el nearshoring?

Es una tendencia comercial que —si bien no es nueva— está ganando relevancia dentro de la toma de decisiones ejecutivas de las empresas. En este sentido, el nearshoring ocurre cuando una organización decide trasladar parte de su proceso productivo a un país cercano a sus fronteras con la finalidad de eficientar sus cadenas de suministro, y el potencial de generar beneficios para ambas partes.

Una de las ventajas principales de esta práctica es que, por un lado, promueve la optimización y reducción de costos en las operaciones de las compañías internacionales y, por el otro, fomenta la generación de empleos y el desarrollo económico del país al que se trasladan sus plantas de producción.

El nearshoring es el modelo comercial al que las empresas mundiales están volteando a ver. Al respecto, especialistas como Yamel Cado, Socia Líder de Impuestos Indirectos y Comercio Exterior en PwC México, menciona: 

“Actualmente, nuestro país está siendo un punto de atracción importante en términos de inversión extranjera directa (IED), a través del nearshoring. Esto se debe a diversos factores como su cercanía geográfica con los Norteamérica, costos competitivos de mano de obra y los Tratados Comerciales.”

De acuerdo con información del Gobierno de México, en 2022, se captaron más de 35 mil millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED), un avance del 12% contra los números registrados en 20213. En relación con lo anterior, de acuerdo con la Secretaría de Economía, dentro del concepto de IED, se destinó más del 40% a proyectos novedosos como el establecimiento de nuevas plantas de producción4.

Sumado a esto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que, en el mediano plazo, el nearshoring podría aumentar en 78 mil millones de dólares las exportaciones de América Latina y el Caribe de forma anual5. Por ello, es muy probable que el volumen de IED que nuestro país recibirá durante 2023 sea mayor al del año pasado.

Por otra parte, las tensiones geopolíticas que representan un riesgo para otros países podrían generar beneficios en México. Por ejemplo, Estados Unidos está tratando de deslocalizar su producción de manufacturas en China. En este contexto, la cercanía geográfica con nuestro país y los beneficios comerciales del T-MEC generan una gran oportunidad para trasladar esas plantas manufactureras a México. De hecho, según un estudio de la firma PwC, la reubicación de las subsidiarias de China a nuestro país permitiría reducir los costos operativos de las organizaciones en un 23%6.

Como bien menciona Carlos Zegarra, Socio Líder de Management Consulting en PwC México: 

“A diferencia de China y otros países asiáticos, nosotros tenemos un tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que nos da ventajas arancelarias para diferentes productos. Además, la cercanía geográfica hace que el traslado de mercancías sea mucho más ágil entre un país y otro.”

Si bien el panorama económico global para 2023 es complicado, el nearshoring tiene el potencial de reducir los efectos negativos en México de las grandes disrupciones mundiales e, incluso, proveer beneficios importantes en este entorno. Sumado a esto, el traslado de las plantas productivas del extranjero a nuestro país podría generar valor a las empresas, un aumento significativo de empleos y, a su vez, una mejora en el desempeño de las empresas mexicanas.