La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa lejana para convertirse en un factor que redefine las reglas del juego empresarial y social. En el Foro Económico Mundial de Davos, la conversación sobre Agentes de IA reveló un consenso claro entre líderes globales: el verdadero desafío ya no es solo desarrollar tecnología avanzada, sino hacerlo de manera responsable, generando confianza y creando valor sostenible.
Esa reflexión global resuena directamente con los hallazgos de la 28ª Encuesta Global Anual de presidentes de PwC, donde los directivos colombianos expresan tanto optimismo como cautela.
Por un lado, ven en la IA una herramienta estratégica para impulsar la productividad, la innovación y la competitividad. Por otro, reconocen que, sin principios sólidos de ética, transparencia y gobernanza de datos, el riesgo de pérdida de confianza y de impactos sociales negativos es significativo.
El paralelismo es evidente: mientras Davos ofrece una mirada panorámica sobre cómo la colaboración y la responsabilidad pueden guiar la revolución tecnológica, la encuesta de presidentes en Colombia pone en perspectiva las realidades y prioridades de un mercado emergente que busca crecer en medio de incertidumbres económicas y transformaciones profundas.
Ambas conversaciones invitan a repensar el papel del liderazgo: no se trata solo de adoptar la IA, sino de integrarla estratégicamente, con propósito y visión a largo plazo, para construir organizaciones más resilientes y sociedades mejor preparadas para el futuro.
Agentes de IA: confianza, colaboración y el futuro inteligente que redefine los negocios
En un momento en que la innovación tecnológica avanza más rápido que nunca, la inteligencia artificial (IA) ya no es solo una herramienta de apoyo: es un motor de transformación económica y social. En este escenario, la IA agente surge como la próxima gran evolución.
A diferencia de los modelos generativos tradicionales, que responden preguntas o generan contenido, los agentes de IA actúan de manera autónoma para alcanzar objetivos definidos, adaptándose a entornos complejos y cambiantes.
La conversación global sobre tecnología y progreso ya no gira únicamente en torno a la adopción de la IA, sino a cómo hacerlo de forma colaborativa, ética y sostenible. La “era inteligente” exige empresas que integren estas herramientas de manera estratégica, generando valor tangible para sus accionistas y para la sociedad en general.
Más allá de la generación de contenido: IA que actúa y aprende
La IA generativa demostró ser una aliada para impulsar ideas y acelerar procesos creativos. Sin embargo, los agentes de IA representan un salto de paradigma. Al recibir una meta —por ejemplo, optimizar la cadena de suministro o planificar un lanzamiento global—, estos sistemas descomponen el problema en tareas, priorizan acciones y ejecutan soluciones, ajustando su estrategia a medida que reciben nueva información.
Imagina un equipo de agentes virtuales que, en cuestión de horas, puede analizar datos de mercado, diseñar campañas personalizadas, gestionar presupuestos y coordinar operaciones logísticas. Este nivel de autonomía promete revolucionar industrias enteras, desde las finanzas hasta la atención médica y la energía.
Un acelerador para la innovación empresarial
Actualmente, el mayor uso de la IA agente se encuentra en el desarrollo de software. Estas herramientas funcionan como programadores altamente competentes que crean aplicaciones completas: diseñan interfaces, escriben y prueban código, documentan procesos e incluso desarrollan materiales de formación. En pocos años, su desempeño igualará al de ingenieros experimentados, acelerando proyectos que antes requerían meses de trabajo humano.
Pero el impacto no se limita al ámbito tecnológico. En centros de atención al cliente, los agentes ya están mejorando tiempos de respuesta, resolviendo consultas complejas y elevando la satisfacción de los usuarios.
En entornos financieros, podrían automatizar auditorías, gestionar riesgos o personalizar asesorías de inversión. Se estima que, para las empresas que adopten estas soluciones, la productividad podría aumentar entre un 25 % y un 45 %, consolidando una ventaja competitiva difícil de replicar.
La confianza como eje de adopción
El éxito de la IA agente no dependerá solo de su sofisticación técnica, sino de la confianza que genere. La transparencia en cómo operan estos sistemas y su capacidad para verificar sus propios procesos y corregirse en tiempo real son esenciales para que los usuarios adopten estas herramientas sin temor.
La responsabilidad tecnológica comienza mucho antes de la implementación. Requiere gobernanza sólida de datos, políticas claras sobre privacidad y seguridad, una evaluación rigurosa de los modelos utilizados y procesos para validar los resultados antes de actuar sobre ellos. Estas prácticas no solo reducen riesgos legales y reputacionales, sino que fortalecen la legitimidad de la tecnología como motor de progreso.
Un horizonte de posibilidades exponenciales
Lejos de haber alcanzado su punto máximo, la IA apenas comienza su fase de crecimiento exponencial. Los agentes serán cada vez más potentes, y los modelos de razonamiento avanzados permitirán sistemas que no solo respondan, sino que piensen, planifiquen y resuelvan problemas que hoy parecen inabordables.
Por ejemplo, ya existen modelos capaces de superar pruebas matemáticas que antes tomaban días a especialistas. Esta capacidad transformará disciplinas científicas, permitirá avances médicos más rápidos y redefinirá la forma en que las organizaciones diseñan productos, servicios y estrategias.
Hacia un futuro inteligente y colaborativo
La adopción de la IA agente no es una cuestión de si ocurrirá, sino de cómo y cuándo. Las empresas que se adelanten no solo optimizarán sus procesos y fortalecerán su competitividad, sino que también contribuirán a un ecosistema económico más ágil, inclusivo y sostenible.
La clave será combinar la ambición tecnológica con un compromiso profundo con la responsabilidad y la colaboración. El futuro inteligente que se vislumbra no es solo una promesa de mayor eficiencia; es una invitación a rediseñar la forma en que trabajamos, innovamos y generamos impacto positivo en la sociedad.
Este artículo se basa en el podcast original " Take on Tomorrow @ the World Economic Forum in Davos: What does responsible AI look like in the age of agentic AI?" de PwC global. La revisión fue ejecutada por el equipo de PwC Colombia.
La visión de Davos sobre una IA responsable conecta con las prioridades más amplias de los líderes empresariales:
productividad, innovación y gestión del riesgo en un entorno cambiante. Estas tendencias y desafíos se reflejan en la
En PwC ayudamos a las organizaciones a acelerar su transformación digital de forma segura y estratégica,
incorporando inteligencia artificial responsable y otras tecnologías clave para generar valor sostenible.
