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Los últimos años han sido años retadores para la Inversión Extranjera Directa (IED) en Colombia, en particular debido a la caída del flujo en el sector minero-energético, cambios regulatorios y tensiones geopolíticas que han generado incertidumbre. Estas condiciones impactaron la llegada de capital al país, la cual experimentó una caída del 32 % en el mes de enero de 2024 —comparado con el 2025 —, acumulando un total de USD 883 millones, y registrando una disminución significativa al cierre del 2024 con USD 10.808 millones registrados.
Aunque el 2024 presentó desafíos en flujos de inversión extranjera, las proyecciones para 2025 son alentadoras. Durante este año, el panorama económico de Colombia muestra señales de recuperación. El consenso de los analistas, en los diferentes sondeos y encuestas especializada, esperan que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca entre un 2,5 % y un 2,9 % en 2026, impulsado principalmente por el fortalecimiento del consumo privado, la inversión en maquinaria y equipo, y en obras civiles. Adicionalmente, se proyecta que la inflación esté en un 4,4 % al cierre del 2025, acercándose al rango objetivo determinado por el Banco de la República (BRC), lo que generaría un entorno macroeconómico más estable y favorable para la inversión.
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