Observamos un interés sostenido por parte de los inversores de capital privado (PE, por sus siglas en inglés) en las negociaciones con empresas líderes, a pesar de la reciente volatilidad del mercado y la incertidumbre política. Las compañías rentables, con fundamentos sólidos y pertenecientes a sectores con fuertes impulsores de crecimiento, continúan atrayendo capital. No obstante, los negociadores muestran una actitud más selectiva y, en algunos casos, optan por pausar sus operaciones.
Algunos de los mayores fondos de capital privado están aprovechando el incierto entorno económico de Estados Unidos para expandirse internacionalmente —incluida Europa— y, al mismo tiempo, subsanar vulnerabilidades y reducir los puntos de presión tanto en sus propias operaciones como en las de las empresas de su portafolio. Esto incluye posicionarse mejor frente a la incertidumbre macroeconómica y geopolítica, así como mitigar riesgos en la cadena de suministro y posibles complicaciones derivadas de aranceles.
Los fondos soberanos también han intensificado su actividad en Europa y otras regiones. Cada vez es más común ver a grandes fondos implementar inteligencia artificial para mejorar la eficiencia operativa, incluyendo el diseño de planes de adopción tecnológica para las empresas de su cartera.
Prevemos que la IA jugará un papel cada vez más relevante en las operaciones de fusiones y adquisiciones, a medida que la tecnología avance, se identifiquen nuevos casos de uso y los negociadores adquieran mayor confianza en las herramientas disponibles y en sus resultados.
Este fenómeno es global y no se limita a Estados Unidos. Por ejemplo, fondos soberanos de riqueza del Medio Oriente, Asia y otras regiones están destinando recursos significativos para financiar las crecientes necesidades de infraestructura energética asociadas a la IA, a menudo en colaboración con actores del capital privado, una tendencia que anticipamos continuará. Tanto el volumen como el valor de las adquisiciones por parte de fondos de capital privado aumentaron en el primer trimestre de 2025 en comparación con el mismo período del año anterior.
El número de transacciones se incrementó a un estimado de 4.828, frente a las 4.462 del primer trimestre de 2024. Asimismo, el valor total de las operaciones ascendió a aproximadamente 495 billones de dólares, en comparación con los 354 billones del mismo período del año anterior. Los primeros datos sugieren que esta tendencia alcista continuó durante el segundo trimestre de 2025, aunque con menor intensidad.
El capital privado también protagonizó una de las mayores operaciones de fusiones y adquisiciones del año hasta la fecha: en abril de 2025, GTCR anunció la venta de Worldpay —una firma de procesamiento de pagos que había mantenido en su cartera por menos de dos años— a Global Payments, en una transacción valorada en 24.25 billones de dólares.
Si bien las salidas siguen siendo complejas en algunos casos, los datos de PitchBook indican que el volumen de desinversiones de capital privado aumentó en 83 operaciones durante el primer trimestre de 2025, alcanzando un total de 903, frente a las 820 registradas en el mismo período de 2024. El valor de estas salidas también creció significativamente, casi duplicándose hasta los 302 billones de dólares, frente a los 166 billones del primer trimestre del año anterior.
Parte de este crecimiento se atribuye al uso creciente de transacciones secundarias y fondos de continuación, que ofrecen liquidez a los inversores que buscan retornos de capital, al tiempo que permiten a otros renovar su compromiso y mantener participación en el potencial futuro de las empresas del portafolio.
A pesar del aumento en la actividad de salida, el número de empresas en cartera continúa creciendo. La recaudación de fondos para nuevas inversiones en capital privado sigue siendo un desafío, ya que el capital tiende a concentrarse en los socios generales con mejor desempeño. Sin embargo, si la incertidumbre política disminuye, se espera que la cartera de salidas comience a reducirse, lo que podría impulsar un repunte en la actividad de negociación de acuerdos.
El mercado estadounidense se caracteriza actualmente por una actitud cautelosa, motivada por la incertidumbre en torno a la dirección de los cambios en la política comercial, tasas de interés más elevadas de lo previsto y obstáculos regulatorios persistentes. Se esperaba ampliamente que Estados Unidos experimentara cierta desregulación en los mercados, lo cual sería favorable para las operaciones de fusiones y adquisiciones. Sin embargo, gran parte de esa desregulación anticipada no se ha concretado, y la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) ha mantenido un escrutinio riguroso sobre las transacciones de mayor envergadura.
Por ejemplo, en marzo de 2025, la Comisión Federal de Comercio solicitó información adicional sobre la adquisición pendiente de la correduría de seguros AssuredPartners por parte de Arthur J. Gallagher, en una operación valorada en 13.45 billones de dólares.
Fuera de Estados Unidos, la actividad entre firmas de capital y los inversores privados —como oficinas familiares y fondos soberanos que invierten directamente su propio capital en activos o empresas— ha sido más intensa en diversos mercados. Un caso destacado es Japón, donde las bajas tasas de interés y el creciente activismo accionarial están impulsando a los principales conglomerados y casas comerciales a reevaluar sus portafolios y desinvertir en activos no esenciales. Estas decisiones están generando oportunidades atractivas para la negociación de acuerdos, despertando el interés tanto de fondos de capital privado como de inversores estratégicos.
Europa también continúa captando la atención de los inversores, favorecida por valoraciones relativamente más bajas en comparación con Estados Unidos y por nuevas oportunidades derivadas del aumento del gasto público en países clave, especialmente en los sectores de defensa e infraestructura. Un ejemplo relevante es el de Blackstone Group, que ha anunciado su intención de invertir al menos 500 billones de dólares en Europa durante la próxima década. La firma busca posicionarse como un prestamista clave para empresas en todo el continente, además de cerrar acuerdos de gran escala y adquisiciones en infraestructura.
Otro tema de creciente relevancia para el capital privado y los inversores estratégicos es el continuo desarrollo del mercado de crédito privado. Varias de las principales firmas de capital privado han estado fortaleciendo sus capacidades en este ámbito en los últimos años, mediante adquisiciones estratégicas. Algunos ejemplos incluyen la compra de Angelo Gordon por parte de TPG en noviembre de 2023, la inversión estratégica de Brookfield en Castlelake en septiembre de 2024, y la propuesta de adquisición de HPS Investment Partners por parte de BlackRock, anunciada en diciembre de 2024.
Como se detalla más adelante, el crédito privado está evolucionando rápidamente y se utiliza cada vez más no solo como una alternativa a los préstamos bancarios apalancados, sino también como un instrumento más amplio de deuda estructurada.
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La rápida expansión de la IA generativa basada en grandes modelos de lenguaje ha abierto nuevas oportunidades para que los fondos propietarios-operadores optimicen tanto sus propias operaciones como las de las empresas que conforman sus carteras. Algunos de estos fondos están desarrollando modelos de IA específicos para funciones que pueden replicarse a lo largo de sus portafolios. Este enfoque es especialmente relevante en los centros de llamadas dedicados a la atención al cliente, donde la IA puede acelerar los tiempos de respuesta y mejorar la precisión en la gestión de solicitudes.
La IA también se está aplicando en la gestión del conocimiento, permitiendo organizar los datos de los clientes de manera más eficiente y facilitando interacciones más ágiles y efectivas. Otra área con creciente implementación es el desarrollo de software, donde los fondos buscan alcanzar economías de escala y estandarización en sus procesos.
Aunque estas iniciativas están siendo impulsadas por varios de los fondos más grandes, pocos han compartido públicamente detalles sobre sus estrategias. Una excepción notable es Brookfield, que ha revelado cómo está aplicando selectivamente la IA en su cartera para incrementar ingresos y márgenes de beneficio. Dos de sus empresas de infraestructura residencial —Enercare y HomeServe—, que ofrecen servicios como fontanería, calefacción, refrigeración y soluciones eléctricas a 10,5 millones de clientes residenciales, están utilizando IA para automatizar las llamadas de reparación. Estas llamadas representan aproximadamente el 45 % de los 3,6 millones de contactos telefónicos que reciben anualmente.
Se han implementado bots de IA para gestionar tareas rutinarias como la programación de citas, lo que permite a los agentes humanos enfocarse en interacciones de mayor valor. Según Brookfield, estos bots han reducido la duración promedio de las llamadas entre un 15 % y un 20 %, al tiempo que han mejorado la satisfacción del cliente. Además, la implementación más estratégica de agentes de ventas ha generado un aumento aproximado del 25 % en ventas, actualizaciones de servicios y tasas de retención de clientes.
Los grandes fondos también están explorando el uso de IA para optimizar sus procesos de negociación. Los equipos de inversión están adoptando agentes de investigación impulsados por motores de razonamiento avanzados, con el objetivo de mejorar la identificación de oportunidades, simplificar las sesiones informativas iniciales y refinar las tesis de inversión.
Algunos fondos incluso están desarrollando "personajes" virtuales que simulan comités de inversión y asesores basados en IA, con el fin de replicar dinámicas de discusión y realizar análisis de escenarios. Estas soluciones analizan datos históricos de múltiples transacciones previas —normalmente al menos 50— para construir modelos de inversión personalizados, identificar riesgos clave y preparar de forma más eficaz a los equipos de negociación para las revisiones del comité de inversiones.
Nuestra proyección sobre fusiones y adquisiciones para 2025, publicada en enero, analizó cómo el capital privado (PE, por sus siglas en inglés) está desempeñando un papel clave en la financiación de la convergencia sectorial. Esta tendencia incluye la colaboración entre empresas tecnológicas, energéticas e infraestructurales para construir y alimentar nuevos centros de datos, con el objetivo de satisfacer la creciente demanda de inteligencia artificial (IA).
El capital privado es esencial en esta transformación por su capacidad para integrar diversos sectores, movilizar grandes volúmenes de capital y diseñar esquemas de financiación flexibles. A nivel global, los fondos soberanos y otros inversores estratégicos también están impulsando esta convergencia, incluso en proyectos de centros de datos a gran escala.
Por ejemplo, xAI, la Autoridad de Inversiones de Kuwait y Temasek anunciaron recientemente su intención de unirse a la alianza para infraestructura de IA, formada en septiembre de 2024 por BlackRock, Microsoft y otras entidades, con el propósito de invertir en centros de datos y en infraestructura energética de soporte. Paralelamente, Arabia Saudí, a través de su Fondo Soberano de Inversión Pública, lanzó una ambiciosa iniciativa denominada HUMAIN, destinada a fortalecer las capacidades de IA en Oriente Medio.
Además, inversores de Oriente Medio y Francia han establecido una alianza para construir un gran campus de IA en París, que será el mayor de su tipo en Europa. También se están formando alianzas en el sector energético, como el acuerdo marco anunciado por NextEra Energy con GE Vernova para desarrollar proyectos de generación de gas natural combinados con energías renovables y soluciones de almacenamiento.
Otras formas de convergencia sectorial incluyen los vínculos cada vez más estrechos entre empresas tecnológicas y compañías de los sectores salud, financiero y automotriz, entre otros. Estas iniciativas intersectoriales apuntan a un cambio estructural en la economía global, mediante la creación de nuevos grupos de valor que agrupan industrias en torno a actividades humanas esenciales, como la generación de energía, la construcción, el cuidado de la salud, entre otras.
Ejemplos recientes que ilustran esta convergencia incluyen:
La adquisición anunciada por Bain de HealthEdge, una plataforma de software como servicio (SaaS) de última generación que conecta planes de salud, proveedores y pacientes mediante soluciones digitales integrales.
La compra de Edifecs —empresa especializada en interoperabilidad de datos de salud respaldada por TA Associates y Francisco Partners— por parte de Cotiviti, firma de soluciones de salud basadas en datos respaldada por KKR y Veritas Capital.
La adquisición de AvidXchange —proveedor de software para automatización de cuentas por pagar y soluciones de pago— por parte de TPG, en asociación con la empresa de pagos corporativos Corpay.
La inversión de Main Capital Partners en UnameIT, una empresa holandesa de software para el sector automotriz.
En nuestra perspectiva de fusiones y adquisiciones para mediados de 2024, destacamos los esfuerzos de los principales fondos de capital privado por atraer a inversores minoristas. Una nueva área de enfoque consiste en facilitar el acceso de estos inversores en Estados Unidos a través de los planes de jubilación individuales conocidos como 401(k), un tipo de cuenta de ahorro para el retiro ampliamente utilizada en ese país.
Varios grandes grupos de capital privado han lanzado recientemente fondos y productos de inversión diseñados específicamente para integrarse en planes 401(k). Por ejemplo, KKR se ha asociado con Capital Group para lanzar dos fondos de intervalo enfocados en estrategias de crédito. Además, se están desarrollando vehículos como carteras modelo y fondos con fecha objetivo, con el fin de ampliar el acceso a los mercados privados para personas interesadas en este tipo de inversión.
Estos fondos están diseñados para abordar uno de los principales desafíos de ofrecer productos de capital privado a un público amplio: la gestión de reembolsos masivos simultáneos. Para ello, imponen restricciones sobre cuándo los inversores pueden vender sus participaciones, lo que da origen al concepto de “fondos de intervalo”.
En abril de 2025, Apollo y la gestora de activos State Street lanzaron un fondo que permitirá a los inversores asignar hasta el 10 % de sus carteras 401(k) a mercados privados. Un mes después, Empower —el segundo mayor proveedor de planes 401(k) en Estados Unidos, con 1,8 billones de dólares bajo gestión para 19 millones de personas— anunció una alianza con gestores y custodios de fondos de inversión privados para ofrecer acceso a crédito privado, acciones y bienes raíces dentro de ciertos planes de jubilación.
El entorno regulatorio también parece estar evolucionando en favor de esta tendencia. Informes de prensa señalan que la administración Trump está considerando emitir una orden ejecutiva que instruiría a las agencias federales —incluida la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés)— a explorar la posibilidad de permitir inversiones de capital privado y otras alternativas similares en los planes 401(k). Esta medida buscaría eliminar el riesgo de responsabilidad civil, que actualmente representa un obstáculo significativo para la adopción de este tipo de inversiones en los planes de jubilación.
Rápido crecimiento del tamaño del mercado: El crecimiento del crédito privado en los últimos 15 años ha sido rápido y transformador. Con casi 2 billones de dólares en activos globales bajo gestión, el crédito privado ha competido directamente con los préstamos bancarios apalancados tradicionales y se ha abierto camino. El interés de los inversores no muestra signos de desaceleración: según datos de PitchBook, en 2024, los cinco mayores fondos de crédito privado captaron más de 10 billones de dólares cada uno, sumando un total combinado de 77 billones de dólares.
Expansión más allá de los préstamos directos: A medida que el crédito privado crece globalmente, también está cambiando. Comenzó como préstamos directos por parte de entidades no bancarias, como los fondos de inversión que prestaban a prestatarios corporativos. Ahora se está ampliando y adaptándose cada vez más a las diferentes partes de la cadena de valor de la deuda, desde el embudo de negociación y la originación hasta la suscripción, la estructuración, la colocación y la distribución. Algunas transacciones recientes se asemejan más a las finanzas estructuradas que a las transacciones de deuda directa.
Por ejemplo, en junio de 2025, la plataforma Global Credit de Carlyle acordó una inversión estratégica de 1.3 billones de dólares en la empresa de corretaje de seguros Trucordia. Se espera que la transacción reduzca el apalancamiento de Trucordia y simplifique su estructura de gobernanza mediante la recompra de participaciones de los inversores minoritarios existentes.
También en junio de 2025, KKR anunció que proporcionará 600 millones de dólares de capital estructurado flexible al conglomerado indio Manipal Group para apoyar los objetivos de expansión y crecimiento del grupo. Esto siguió a la adquisición por parte de Temasek de Singapur de una participación del 41% en Manipal Health Enterprises en noviembre de 2024 por aproximadamente 2 billones de dólares.
Mayor flexibilidad estructural para los prestamistas: Los fondos de crédito privados están sujetos a una regulación menos estricta que los bancos y, por lo tanto, tienen mayor flexibilidad en los tipos de garantías que aceptan, incluso de prestatarios con calificación inferior a la de inversión. Al centrarse en los tramos más riesgosos de la estructura de capital, estos prestamistas a menudo pueden aspirar a una mayor rentabilidad. Algunos prestamistas de crédito privados aceptan instrumentos de pago en especie o vinculados al capital para mejorar la rentabilidad y la opcionalidad.
Ventajas personalizadas para los prestatarios: Para los prestatarios, también existen ventajas significativas, como préstamos más adaptados a sus necesidades, sin dilución y que les permiten acceder al capital con mayor rapidez.
Dado que muchas empresas necesitan capital para transacciones u operaciones, están surgiendo nuevas formas de crédito privado, incluyendo fondos que adquieren participaciones minoritarias y, por lo tanto, se asemejan más a los instrumentos preferentes convertibles. Estos permiten a los prestamistas recibir rendimientos fijos como si el instrumento fuera deuda, pero con la opción de convertirlo en capital bajo ciertas condiciones, combinando una protección contra pérdidas similar a la de la deuda con una participación en las ganancias similar a la del capital.
Surgimiento de fondos de crédito híbridos: A medida que esta transformación continúa, observamos el crecimiento de nuevos tipos de fondos. Por ejemplo, en septiembre de 2024, Warburg Pincus cerró su primer fondo dedicado a una estrategia de inversión estructurada que proporciona capital a empresas mediante una combinación de deuda, capital preferente y financiación basada en activos. El nuevo vehículo cerró con una inversión de 4billones de dólares, el doble de su objetivo inicial de 2 billones. Carlyle Group cerró su tercer fondo, Carlyle Credit Opportunities Fund III, en diciembre de 2024, obteniendo 7.1 billones de dólares en capital invertible.
El escrutinio aumenta a medida que el mercado madura: El rápido crecimiento del crédito privado ha generado cierta inquietud, incluso por parte del FMI, que ha advertido sobre vulnerabilidades. Muchos fondos de crédito aún no han experimentado un ciclo crediticio completo ni una caída grave del mercado.
Por lo tanto, existe una visibilidad limitada sobre el rendimiento de estos vehículos en situaciones de estrés significativo o en la gestión de activos en dificultades. Con la creciente participación de inversores institucionales y minoristas, estos fondos se enfrentan a un mayor escrutinio regulatorio para brindar mayor transparencia y protección a los inversores.
En un contexto marcado por la volatilidad y la incertidumbre en los mercados financieros, los inversores de capital privado y los inversores estratégicos se perfilan como una fuerza impulsora clave para las operaciones de fusiones y adquisiciones, aunque por ahora en un nivel aún moderado.
Ante las crecientes presiones que enfrentan las empresas para transformarse, sumadas a la incertidumbre en torno a las valoraciones y la trayectoria futura de las tasas de interés, es probable que el capital privado y los inversores estratégicos ocupen un rol central en la actividad de fusiones y adquisiciones en los próximos meses.
Esta tendencia se ve reforzada por la convergencia de sectores y el avance continuo de la tecnología, que está redefiniendo el panorama empresarial a nivel global.
Este artículo se basa en el artículo original “Global M&A trends in private equity and principal investors” de PwC global. La revisión fue ejecutada por el equipo de PwC Colombia.