Panorama global
En 2025, el sector del petróleo y gas está redefiniendo su papel en el sistema energético global. Las empresas responden a la presión por descarbonizar sus operaciones, al tiempo que buscan aseguran la rentabilidad de sus activos tradicionales. Por lo tanto, las fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés) se han convertido en una herramienta clave para lograr estos objetivos.
Tendencias globales
Consolidación estratégica: grandes acuerdos como la compra de Pioneer Natural Resources por ExxonMobil ($60 mil millones), reflejan una apuesta por activos de alto rendimiento.
Optimización de portafolios: empresas como ConocoPhillips están reorientando sus inversiones hacia proyectos con menor huella de carbono.
Financiamiento alternativo: crece el uso de capital privado y no tradicional, especialmente de firmas comercializadoras de materias primas.
Eficiencia operativa: la generación de caja orgánica es clave para financiar el crecimiento, especialmente fuera de Estados Unidos.
Colombia en 2025: transición energética
Colombia enfrenta una etapa clave en su transición energética. Si bien la agenda política ha dado prioridad al avance hacia fuentes de energía más sostenibles, la implementación práctica aún enfrenta importantes retos.
Avances y compromisos
El Plan Nacional de Desarrollo 2022–2026 plantea una transición energética como eje central de la lucha contra el cambio climático, incluyendo la creación de un fondo financiado por regalías y la eliminación de beneficios tributarios al sector de hidrocarburos.
Se promueve la movilidad sostenible, el uso de energías limpias en el transporte público y la reconversión tecnológica en procesos industriales.
Colombia fortalece su capacidad en energías renovables, que, aunque hoy aún representan una fracción menor de su matriz energética, proyecta atraer hasta 68 mil millones de euros en inversión si se mejoran las condiciones, consolidándose como un actor clave en la transición energética regional.
Desafíos críticos
La exploración de hidrocarburos ha disminuido drásticamente, lo que pone en riesgo la autosuficiencia energética. La Contraloría General advierte sobre un deterioro persistente en los indicadores de exploración y reservas.
El país no ha firmado nuevos contratos de exploración, lo que genera incertidumbre respecto al abastecimiento futuro de gas natural, un recurso clave para la transición.
El índice de transición energética de Colombia descendió del puesto 29 al 39 a nivel global, evidenciando una brecha entre intención política y ejecución técnica.
Colombia avanza en su transición energética en un contexto donde la seguridad energética aún depende en gran medida de fuentes tradicionales como el petróleo y el gas natural. Evaluar este proceso requiere considerar no solo los objetivos climáticos, sino también la estabilidad energética, la autosuficiencia y el impacto económico. En este sentido, mantener una base sólida en hidrocarburos mientras se diversifica la matriz energética será fundamental para lograr una transición ordenada, realista y sostenible.
Desde los servicios de auditoría y aseguramiento,
reconocemos la necesidad de evaluar no solo la solidez financiera, sino también los riesgos estratégicos, regulatorios y de sostenibilidad que impactan la operación y el futuro del negocio.
