En un panorama donde la competitividad de las empresas depende cada vez más de la tecnología, la habilidad del CFO para gestionar eficazmente las implementaciones de los sistemas ERP (Enterprise Resource Planning) en la nube tiene un impacto tanto en la diferenciación en el mercado como en los resultados financieros sostenibles de su organización.
Si bien una ejecución adecuada de estas implementaciones brinda beneficios estructurales en escalabilidad, capacidad de innovación y de respuesta al cliente, el desafío para las empresas ya no es priorizar la transformación a la nube, sino la velocidad para realizarla mientras se mantiene la eficiencia operativa y el cumplimiento regulatorio.
Desde el liderazgo financiero, es fundamental cuidar que las inversiones estratégicas de este tipo comiencen bajo una integración holística, con el objetivo de obtener mejoras sustanciales y un retorno de inversión (ROI) que sea visible para toda la organización.
La transformación digital continúa ayudando a redefinir las expectativas sobre los sistemas que sostienen las operaciones financieras de las empresas. Por mucho tiempo, los ERP tradicionales (on premise) han cumplido adecuadamente su función básica: proporcionar una visión retrospectiva del desempeño financiero organizacional, permitiendo analizar resultados de periodos pasados.
Sin embargo, con el dinamismo y complejidad del entorno empresarial actual, esta visión retrospectiva puede ser insuficiente. Actualmente, la dirección financiera requiere no solo comprender lo que ocurrió, sino conocer en tiempo real lo que está pasando en la empresa para poder anticiparse de manera más informada a lo que está por venir.
Y es que, al integrar los datos contables tradicionales con información proveniente de múltiples fuentes organizacionales, como las plataformas de gestión del capital humano, módulos operativos y otras fuentes de datos críticos, los CFO pueden crear un ecosistema informativo que va más allá del registro histórico para convertirse en una herramienta de planificación estratégica.
Por ejemplo, la capacidad de gestionar finanzas y la plantilla laboral en un ecosistema unificado puede traducirse en análisis más completos sobre productividad, costos laborales y retorno de inversión en talento.
Frente a cambios operativos o de procesos, la arquitectura flexible de estas plataformas permite ajustar modelos financieros y procesos con eficiencia. De esta manera, a partir de datos actualizados, la toma de decisiones puede ejecutarse con mayor precisión y una orientación hacia a resultados verificables.
Al migrar de una infraestructura local a un modelo basado en gastos operativos, el CFO puede lograr la flexibilidad financiera, fortaleciendo el balance general de la empresa. Esto ayuda a mejorar la asignación de recursos hacia prioridades estratégicas, en lugar de mantener sistemas heredados. ¿Qué otras diferencias financieras existen entre un ERP tradicional y uno en la nube?
La migración hacia softwares ERP basados en la nube es una decisión estratégica que debe basarse en elevar la competitividad. En este contexto, iniciar el proceso de transformación a través del área de finanzas es parte de un enfoque práctico, realista y orientado a resultados concretos, con efectos significativos en la organización.
El equipo financiero proporciona la estructura sobre la cual operan todas las funciones empresariales. Al establecer inicialmente una base financiera sólida en la nube, las empresas pueden gestionar de manera sistemática los procesos de registro, análisis y presentación de informes financieros. Esto contribuye a una interpretación más clara del estado y rendimiento de la empresa durante su transformación.
El rigor metodológico que puede aportar el liderazgo financiero ayuda a aumentar las probabilidades de una implementación inicial exitosa y establece las bases para una transformación digital sostenible y escalable en toda la organización. Esto ocurre mediante varias capacidades inherentes a su función:
Una empresa de servicios financieros, que incluye aproximadamente 12,000 asesores de finanzas, tomó la oportunidad de consolidar sus sistemas y alinear su estrategia en la nube a nivel empresarial.
En conjunto con PwC Estados Unidos, la compañía diseñó un modelo de datos más efectivo y unificado, y trasladaron las soluciones offline a la nube. Ambos equipos trabajaron para que la nueva solución ERP en la nube fuera escalable, permitiendo su crecimiento a medida que la compañía aumentara sus operaciones mediante múltiples adquisiciones de otras empresas. Con un enfoque integral de gestión del cambio, se incluyeron programas de capacitación para mejorar las habilidades del talento, proporcionando las herramientas y la confianza necesarias para navegar eficazmente hacia el nuevo sistema.
Los procesos financieros constituyen un elemento central en la transformación digital de las organizaciones, especialmente al implementar soluciones ERP en la nube. La función financiera, por su naturaleza integradora, mantiene interacciones constantes con áreas clave como operaciones, ventas, cadena de suministro y recursos humanos. Estas interdependencias requieren un análisis holístico desde las etapas iniciales del proyecto.
También es necesario evaluar los procesos que generan datos (p.ej., compras, ventas, inventario) para el área financiera o toman datos de esta (p.ej., reportes, planificación estratégica, cumplimiento) para obtener una visión integral del ciclo económico.
Los sistemas ERP basados en la nube ofrecen arquitecturas modulares que puede facilitar una implementación escalonada pero coherente. Como CFO, es importante liderar la transformación financiera con una hoja de ruta integral que contemple cómo se incorporarán progresivamente las demás funciones empresariales al ecosistema digital.
Para una adopción efectiva de un ERP en la nube, es crucial liderar una estrategia de gestión del cambio. Un primer paso consiste en identificar el impacto del nuevo sistema en las funciones actuales y los nuevos roles necesarios para operar eficientemente en el entorno digital. Este paso demanda la estrecha colaboración entre líderes de distintas áreas y los equipos seleccionados para gestionar el cambio.
La implementación de un ERP en la nube requiere redefinir roles y responsabilidades del equipo. Esto implica identificar áreas de oportunidad para la automatización, eliminar duplicidad de funciones e impulsar la integración de datos. Una documentación clara de estos cambios es esencial para gestionar la transición y minimizar riesgos operativos.
La transición a un ERP en la nube requiere un programa integral de capacitación enfocado en desarrollar competencias clave, por ejemplo:
Habilidades técnicas específicas del sistema
Análisis avanzado de datos
Metodologías de gestión de proyectos
Capacidad de adaptación al cambio
Es fundamental evaluar las competencias actuales del equipo y establecer un plan de desarrollo continuo que prepare a los colaboradores para aprovechar el potencial del nuevo sistema.
La evolución de los sistemas ERP tradicionales puede presentar oportunidades significativas de transformación para las organizaciones mexicanas. Si bien estos sistemas han sido el pilar de las operaciones empresariales, el panorama actual demanda una evaluación estratégica de su arquitectura, considerando factores como la integración de sistemas, la escalabilidad y la seguridad de la información.
Las tecnologías en la nube ofrecen alternativas que responden a estas necesidades emergentes, permitiendo:
Mayor agilidad en la integración de procesos
Arquitecturas más flexibles y adaptables
Reducción en la complejidad operativa
Actualización continua de funcionalidades
Para incrementar el valor de esta transformación, resulta fundamental:
Los CFO pueden convertir la tecnología en una ventaja competitiva optimizando procesos, reduciendo costos y descubriendo nuevas oportunidades de crecimiento.
En la era de la transformación digital, el CFO y su equipo deben liderar estratégicamente la adopción de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial.