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¿Cómo se está preparando tu empresa ante los constantes cambios en la fiscalización, los cambios globales en materia de tributación y la fluctuación en los aranceles?
Hoy en día, las autoridades fiscales mexicanas están utilizando tecnología de punta para detectar irregularidades con mayor precisión. Esto significa más escrutinio, mayor riesgo de sanciones y un aumento en la carga administrativa para las empresas.
Por su parte, los cambios en tributación internacional y la reciente reforma fiscal de Estados Unidos (E.E. U.U.), firmada el 4 de julio de 2025, suponen numerosos desafíos para las empresas que operan a nivel global, desde los cambios en el proyecto BEPS (Base erosion and profit shifting) hasta la limitación de la deducción de intereses.
Asimismo, la volatilidad en la política arancelaria estadounidense representa una amenaza significativa para la economía mexicana y las empresas que operan en el país. Exige una gran capacidad de adaptación, flexibilidad y una estrategia robusta para diversificar mercados, optimizar costos y, en algunos casos, reevaluar los modelos de negocios para enfrentar un entorno incierto.
En México, las empresas se enfrentan a una era de ultrafiscalización. Desde hace algunos años, las autoridades utilizan tecnología avanzada para detectar irregularidades con mayor precisión, aumentando el escrutinio sobre las empresas. Esto se traduce en un mayor riesgo de sanciones y una carga administrativa considerable. Si bien se promueve el cumplimiento voluntario, la realidad es que la vigilancia es constante, resultando en la regularización total o parcial de 643 grandes contribuyentes tan solo en 2024, según datos del Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Ahora, más que nunca, la transparencia y la justificación de cada decisión de negocio son fundamentales. Las autoridades fiscales revisan con mayor detalle las actividades económicas de las empresas, prestando especial atención a la razón de negocios y la sustancia económica de las transacciones. Su capacidad tecnológica para analizar grandes volúmenes de datos les permite identificar discrepancias con una eficiencia sin precedentes.
Adicionalmente, la resolución de controversias fiscales ahora requeriría una colaboración multidisciplinaria, donde las empresas incluyan expertos en materia de fiscalidad internacional, precios de transferencia y comercio exterior.
La fiscalización interna no es el único desafío. Los cambios en el panorama fiscal internacional, incluyendo la reforma fiscal estadounidense (One Big Beautiful Bill u OB3), presentan nuevas complejidades para las empresas que operan globalmente.
Mantenerse al tanto de las tendencias globales es de suma importancia para una planificación fiscal efectiva. Estos son algunos puntos para tener en cuenta:
El panorama actual obliga a las empresas mexicanas con operaciones en EE. UU. y otros territorios a analizar cuidadosamente el impacto de estos cambios en su estrategia fiscal global.
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