Sarah:
Otro gran tema que evidenciamos en la
27ª Encuesta Global Anual de Presidentes PwC 2024
son las prioridades climáticas. Existen algunas áreas de progreso en lo que
respecta a la descarbonización, pero también áreas donde el movimiento fue más lento,
como la adaptación al clima.
Entonces, ¿cómo deberían pensar los directores ejecutivos sobre sus prioridades para este año?
Bob:
Los directores ejecutivos han asumido estos compromisos y están avanzando en su cumplimiento. Como mencionaste, muchos de ellos están tomando medidas concretas. Sin embargo, el verdadero desafío, especialmente después de las reuniones de la COP28, es convertir las palabras en acciones y estas en resultados tangibles. En el futuro, las partes interesadas estarán más atentas a este progreso, por lo que será crucial demostrar avances de manera proactiva y presentar informes precisos.
Por un lado, muchas organizaciones están llevando a cabo diversas
iniciativas. Tomemos la transformación y transición energética
como ejemplo: el 75 % de los directores ejecutivos afirman estar involucrados en alguna medida. Sin embargo, estudios sugieren que podría haber una reducción del 30 % en términos de eficiencia y posiblemente se podrían lograr ahorros finales de varios billones de dólares si las organizaciones intensifican sus esfuerzos. En el contexto de la transición energética, un enfoque más detallado y concentrado podría conducir a una mayor reducción de emisiones y a oportunidades de rentabilidad.
Por otro lado, es importante destacar lo que algunas organizaciones no
están haciendo. Desafortunadamente, muchas de ellas no están considerando
las implicaciones financieras del clima en su planificación,
tanto en términos de costos como de beneficios. Además, el riesgo
físico, como inundaciones y sequías, está aumentando, lo que plantea la pregunta de cuántas organizaciones tienen operaciones en zonas vulnerables y si están reconsiderando sus estrategias en consecuencia. Aquí es donde entra en juego la adaptación, que es crucial para gestionar el futuro de manera efectiva.
En resumen, mientras algunas organizaciones están progresando en áreas específicas, hay oportunidades significativas para mejorar la gestión del cambio climático y maximizar los beneficios tanto para las empresas como para la sociedad en su conjunto.
Sarah:
Otro hallazgo destacado, dentro del ámbito climático, fue que cuatro de cada diez directores ejecutivos están dispuestos a aceptar tasas de rendimiento más bajas para inversiones respetuosas con el clima en comparación con otras. Este dato resulta sorprendente y plantea una pregunta de dos partes: ¿qué motiva a los directores ejecutivos a tomar esta decisión? Y, más importante aún, ¿cuáles son las implicaciones de esta decisión para la acción climática en todos los sectores, considerando que los líderes empresariales están dispuestos a aceptar un menor rendimiento financiero en estas inversiones climáticas?
Bob:
Sí, creo que es crucial abordar el punto de inflexión que enfrentan los
directores ejecutivos en este momento. Algunos de ellos están asumiendo el
desafío de obtener un retorno de inversión menor a corto plazo a cambio de
ofrecer productos con un precio más alto, pero más limpios y respetuosos con
el medio ambiente. Este enfoque estratégico tiene sentido en el contexto más
amplio de sus operaciones. La idea subyacente no es que siempre obtendrán un
menor ROI, sino que, a largo plazo, podrían cosechar beneficios
significativos. Al construir una marca más sostenible, los consumidores
pueden volverse más leales con el tiempo, reduciendo así la necesidad de un
gasto considerable en marketing a largo plazo. Esta estrategia implica
apostarle a acciones a largo plazo en lugar de centrarse únicamente en
ganancias inmediatas.
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Un ejemplo concreto puede ayudar a ilustrar este enfoque. Si una empresa implementa prácticas más limpias y ecológicas en su lugar de trabajo, no solo está respondiendo a las preocupaciones ambientales, sino que también está mejorando su atractivo para los colaboradores. Al hacerlo, aumenta sus posibilidades de atraer y retener talento de calidad sin tener que pagar primas salariales significativas.
Sarah:
Los directores ejecutivos han dicho que esperan más presión del cambio tecnológico, el cambio climático y otros impulsores de la reinvención durante los próximos tres años de la que han sentido en los últimos cinco. Entonces, ¿es esto algo que las empresas deberían abordar por sí solas? ¿O hay otras maneras de pensar cómo manejar estas diferentes presiones?