Los sectores de energía, servicios públicos y recursos (EU&R, por sus siglas en inglés) están a la vanguardia de la transformación global, y esto seguirá marcando sus perspectivas de fusiones y adquisiciones en el segundo semestre de 2025 y en adelante. La electrificación, la seguridad energética y la infraestructura digital impulsan las fusiones y adquisiciones estratégicas, mientras que las diferencias políticas regionales y las tensiones geopolíticas persistentes generan tanto desafíos como oportunidades.
Aunque una actitud expectante puede frenar el impulso de las operaciones en el corto plazo, no ha impedido una actividad significativa durante el primer semestre del año. En este periodo se anunciaron nueve megaoperaciones valoradas en 5.000 millones de dólares o más, junto con un flujo constante de transacciones de menor escala.
Los fundamentos del sector siguen siendo sólidos a largo plazo, lo que exige que los actores de la industria adopten una postura proactiva para reorganizar sus carteras e invertir estratégicamente.
La magnitud de la inversión de capital requerida no tiene precedentes. Por ello, resulta indispensable implementar nuevas políticas y mantener el respaldo gubernamental para reducir la incertidumbre que enfrenta el capital privado. La convergencia entre los imperativos de seguridad energética, los objetivos de descarbonización y la rápida expansión de la infraestructura digital exige una colaboración estrecha entre gobiernos, empresas e inversionistas financieros, con el fin de aprovechar las oportunidades emergentes en el ámbito de la infraestructura.
En los mercados clave, la actividad de fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés) se ve condicionada por la necesidad de diversificar el riesgo a lo largo de la cadena de valor y equilibrar el nivel de capital necesario para respaldar la inversión en infraestructura.
En resumen, así es como prevemos que se desarrollará la actividad de M&A en los sectores de minería y metales, petróleo y gas, energía y servicios públicos, y productos químicos durante lo que resta de 2025 y parte de 2026:
El nacionalismo de los recursos y la competencia por los minerales críticos impulsan la consolidación y las desinversiones en la minería.
Las M&A en petróleo y gas se centran en la seguridad de las reservas y la gestión de la inversión de capital. En el sector de energía y servicios públicos, la creciente demanda energética para centros de datos, computación en la nube e IA está acelerando la redistribución de capital en infraestructuras y mejoras de la red, generación in situ y almacenamiento en baterías.
Las M&A en el sector químico se centran en segmentos especializados y sostenibles, así como en las posibles necesidades de capacidad para la relocalización y la independencia.
Los negociadores se centran cada vez más en desarrollar resiliencia y captar valor a largo plazo en un contexto de incertidumbre geopolítica, aceleración digital e imperativos climáticos. En este panorama cambiante, nuestra nueva investigación, llamada "Valor en Movimiento", ofrece una perspectiva diferenciadora para identificar y descubrir nuevos ámbitos de crecimiento que trascienden los límites tradicionales del sector.
Este análisis identificó seis ámbitos interconectados. Uno de ellos, especialmente relevante para la Unión Europea y la República de Irlanda, relacionado con “cómo nos abastecemos de combustible y energía”, se proyecta que alcanzará un valor de 6,19 billones de dólares para 2035. Este dominio está siendo redefinido por la carrera hacia una energía limpia y confiable, impulsada por las crecientes demandas de la inteligencia artificial, los centros de datos y el transporte electrificado.
De hecho, la convergencia de los sectores energético, tecnológico e industrial está transformando rápidamente el panorama de oportunidades de fusiones y adquisiciones en 2025. A medida que se acelera la digitalización, los hiperescaladores, desarrolladores y operadores participan cada vez más en la adquisición de energía y la conectividad a la red para garantizar electricidad fiable y baja en carbono para sus centros de datos en expansión.
Ya están surgiendo fusiones y adquisiciones estratégicas en este ámbito. Por ejemplo, en Canadá, transacciones recientes centradas en energías renovables, como la eólica, la hidroeléctrica y la solar, y, cada vez más, en el almacenamiento en baterías, incluyen la propuesta de Caisse de dépôt et placement du Québec (CDPQ, por sus siglas en inglés) de adquirir Innergex, una empresa de energía renovable con sede en Quebec, por 10 000 millones de dólares, y la adquisición por parte de Sitka Power de una cartera de activos de generación de electricidad renovable y almacenamiento de energía en baterías de Saturn Power.
Otras operaciones que unen sectores abarcan desde soluciones detrás del contador para centros de datos hasta transacciones de productos químicos especializados, como el acuerdo sobre terminales de Mitsui, anunciado en marzo de 2025, que pretende facilitar el transporte de productos de transición energética como el amoníaco y el CO₂. Las empresas pioneras serán aquellas que puedan anticipar la evolución del valor, equilibrar la cartera de riesgos en consecuencia y actuar con decisión para capturarlo.
Esta tendencia de convergencia también es evidente en el sector químico, donde observamos la integración de productos químicos especializados en cadenas de suministro más amplias, lo que impulsa la relocalización de la fabricación y las energías de transición. El mercado estadounidense está experimentando un aumento de la actividad de fusiones y adquisiciones, ya que las empresas buscan reconstruir las cadenas de suministro y aprovechar los incentivos de las políticas industriales.
Los sectores de energía y recursos continúan viéndose impactados por transformaciones profundas en la geopolítica, las prioridades de seguridad energética y la dinámica del mercado. A continuación, se destacan tres temas clave que impulsarán la actividad de M&A durante el segundo semestre de 2025:
La incertidumbre geopolítica continúa influyendo en las fusiones y adquisiciones globales en el sector de energía y electricidad. Algunos negociadores están adoptando una actitud cautelosa de "esperar a ver qué pasa" mientras buscan mayor claridad en sus análisis de escenarios sobre aranceles, política comercial y dirección regulatoria.
La seguridad energética continúa siendo un factor determinante en la actividad de fusiones y adquisiciones dentro del sector de energía y electricidad en Norteamérica. La consolidación del segmento upstream, es decir, las actividades de exploración y producción de petróleo y gas natural, se acelera, impulsada por el interés de las empresas en asegurar reservas nacionales que garanticen el suministro a largo plazo. Un ejemplo de ello es la reciente adquisición de Encino Acquisition Partners por 5.600 millones de dólares anunciada por EOG Resources, que amplía su presencia en el sector petrolero en el yacimiento de esquisto de Utica, Ohio.
Al mismo tiempo, la seguridad energética impulsa inversiones estratégicas en el sector de energía y servicios públicos. Un ejemplo es la adquisición por parte de Capital Power de dos centrales eléctricas de gas natural (Hummel Station en Pensilvania y Rolling Hills en Ohio) por 2.200 millones de dólares, lo que añade 2,2 GW de capacidad de generación flexible al mercado de Pensilvania, Nueva Jersey y Maryland, el mercado energético más grande y con mayor liquidez de Norteamérica. La operación subraya la creciente importancia de la generación de gas natural para mantener la fiabilidad de la red, impulsar la integración de las energías renovables y garantizar un suministro eléctrico fiable en un contexto de creciente demanda y riesgos climáticos extremos.
En contraste, Europa presenta una escasez estructural de energía y recursos energéticos nacionales. Por ello, está abordando las prioridades de seguridad energética redoblando sus esfuerzos en estrategias de transición energética, como una fuerte inversión en energías renovables y resiliencia de la red para reducir la dependencia del gas ruso y mejorar la independencia a largo plazo.
En Asia Pacífico, India destaca como un mercado dinámico, con seguridad energética y ambiciosos objetivos de energía limpia, respaldados por iniciativas gubernamentales en energías renovables, almacenamiento en baterías e hidrógeno verde, lo que crea un entorno favorable para la actividad de fusiones y adquisiciones.
Las prioridades energéticas regionales son cada vez más divergentes, condicionadas por la dinámica geopolítica y los marcos regulatorios.
En Norteamérica, la inversión se centra en consolidar posiciones en cuencas clave, reforzar los inventarios de perforación a largo plazo, junto con un enfoque renovado en las carteras de generación de energía fósil y en habilitar plataformas para capturar el crecimiento, en particular, centros de datos y crecimiento impulsado por IA.
En Europa, sin embargo, la seguridad energética y la descarbonización son prioritarias. Por ejemplo, Noruega sigue siendo un proveedor clave de gas natural y está expandiendo proyectos de energía eólica marina y captura de carbono, como Utsira Nord, donde, en mayo de 2025, el Ministerio de Energía noruego lanzó la primera parte de su proceso de licitación de energía eólica flotante. Los altos intereses, la complejidad regulatoria y las fluctuaciones en las valoraciones han ralentizado la actividad de negociación en energía eólica marina y captura de carbono, creando un mercado más favorable para el comprador. En Alemania y otras partes de Europa, las continuas importaciones de Gas Natural Licuado (GNL, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y Qatar buscan reducir la dependencia de la energía rusa.
Por su parte, Asia Pacífico continúa centrándose en inversiones para alcanzar los ambiciosos objetivos de energía limpia, así como en inversiones en electrificación y cadenas de suministro de minerales críticos. Por ejemplo, en India, los objetivos de alcanzar 500 GW de generación de energía no basada en combustibles fósiles y 61 GW/336 GWh de almacenamiento de energía para 2030 están impulsando la actividad de fusiones y adquisiciones en energías renovables, energía verde y vehículos eléctricos.
La rápida expansión de los centros de datos y las aplicaciones de IA requiere energía confiable y baja en carbono. Las limitaciones de la red eléctrica están impulsando soluciones innovadoras, como la generación in situ y tecnologías avanzadas de almacenamiento. La necesidad de infraestructura digital influye en las decisiones sobre la ubicación de los activos, aunque aún no impulsa directamente el volumen de fusiones y adquisiciones.
En Estados Unidos, donde se ubican aproximadamente el 50 % de los centros de datos globales, las empresas hiperescaladoras se están comprometiendo con las energías sostenibles. Por ejemplo, la colaboración de Microsoft con Brookfield para suministrar a sus operaciones más de 10,5 GW de nueva capacidad de energía renovable a nivel mundial entre 2026 y 2030.
De igual manera, en Oriente Medio, CATL y Masdar anunciaron en enero de 2025 su alianza para construir en Abu Dabi el primer proyecto a gran escala y con funcionamiento ininterrumpido, que combina 5,2 GW de capacidad solar y 19 GWh de almacenamiento de energía. En mayo de 2025, DataVolt, de Arabia Saudí, anunció sus planes de avanzar con una inversión de 20 000 millones de dólares en centros de datos de IA e infraestructura energética en Estados Unidos.
En Asia Pacífico, India se ha consolidado como un actor importante en el sector de los centros de datos, siguiendo el ejemplo de China. El énfasis del gobierno indio en el almacenamiento de datos en centros de datos terrestres ha generado un aumento de la demanda, con importantes inversiones en nuevas instalaciones. Se espera que el mercado indio siga creciendo, con proyecciones que indican un aumento potencial de la capacidad total de carga de TI hasta los 4,5 GW para 2030.
Las limitaciones de capacidad de la red eléctrica son un factor limitante específico de cada país. En el Reino Unido, por ejemplo, estas limitaciones han generado más de 1700 solicitudes de conexión a la red en 2023-24 (frente a las 40-50 anuales históricas), lo que ha impulsado reformas legislativas por parte de Ofgem y el Operador del Sistema Eléctrico (ESO, por sus siglas en inglés) para acelerar la planificación y la conexión de proyectos de energías renovables y almacenamiento en baterías.
A nivel mundial, la intersección de la infraestructura digital y energética está impulsando nuevas inversiones en generación y almacenamiento distribuidos, y el crecimiento de los centros de datos impulsa la demanda de soluciones energéticas detrás del contador y estrategias innovadoras de refrigeración, lo que podría ser un área interesante para analizar desde la perspectiva de la negociación.
A continuación, haz clic en las pestañas para ver los volúmenes y valores de las operaciones por región.
Nota: Para facilitar comparaciones significativas con semestres anteriores, los datos del primer semestre de 2025 (S1'25e) son una estimación basada en los primeros cinco meses del año, extrapolada para representar un período de seis meses. Consulte la nota "sobre los datos" a continuación para obtener más información.
Fuentes: LSEG y análisis de PwC.
Las consolidaciones estratégicas y la actividad de desinversión derivada de las revisiones de cartera, especialmente en los sectores de minería y servicios públicos, han mantenido un flujo constante de transacciones en la Unión Europea y la República de Irlanda en lo que va de 2025, a pesar de las dificultades para la negociación, como la incertidumbre geopolítica, los elevados costes de financiación y la complejidad regulatoria.
En el primer semestre de 2025, el volumen global de operaciones en la Unión Europea y la República de Irlanda fue de 2.322, un 2 % menos que las 2.380 del primer semestre de 2024. Tanto el sector químico como el de energía y servicios públicos registraron mayores volúmenes de operaciones, pero, en general, estos no fueron suficientes para compensar la disminución de los volúmenes de operaciones en los sectores del petróleo y el gas y la minería y los metales.
El valor de las operaciones aumentó aproximadamente un 30 % en el primer semestre de 2025, con el anuncio de nueve megaoperaciones, operaciones con un valor superior a 5.000 millones de dólares. El mayor de estos megaacuerdos es la propuesta de Constellation Energy de adquirir Calpine Corp por 26.600 millones de dólares, que pretende crear el mayor proveedor de energía limpia de Estados Unidos. Esto también indica el continuo interés de los inversores por ampliar la generación de energía baja en carbono. Los otros megaacuerdos anunciados en el primer semestre de 2025 abarcan una amplia gama de sectores, como la energía limpia y la generación de electricidad; el petróleo y gas de esquisto y upstream; la distribución de gas natural; la infraestructura midstream; la venta minorista de combustibles; y la distribución y la industria química.
Las fusiones y adquisiciones en energías renovables siguen siendo dispares, con una actividad condicionada por factores geográficos específicos, como los precios de la electricidad, las estructuras de compraventa, los plazos de tramitación de permisos y los riesgos de interconexión a la red. Estas variables están generando expectativas y primas de riesgo divergentes. Están surgiendo oportunidades de reestructuración, especialmente para promotores con grandes carteras de inversión de capital que enfrentan restricciones de financiación.
Es importante destacar que la transición energética sigue siendo un factor dominante. Las empresas aún están gestionando la cartera de proyectos, y los fundamentos a largo plazo, como la demanda de energía limpia e infraestructura crítica, sobrevivirán a los ciclos políticos actuales y seguirán impulsando la actividad de operaciones en el segundo semestre del año.
Los fondos de infraestructura de crédito privado ofrecen vehículos para que los inversores institucionales obtengan exposición a oportunidades en nuevas instalaciones con rentabilidades predecibles y estables. En el primer semestre de 2025, Blackstone anunció el lanzamiento del Blackstone Private Multi-Asset Credit and Income Fund (BMACX), y Brookfield anunció su intención de captar capital para su cuarto fondo de infraestructura, Brookfield Infrastructure Debt Fund IV (BID IV). Este tipo de fondos de inversión busca satisfacer las crecientes necesidades de capital en infraestructura canalizando el patrimonio privado hacia estrategias de crédito de grado institucional.
A continuación, describimos las tendencias clave que esperamos que impulsen la actividad de fusiones y adquisiciones en los sectores de minería y metales, petróleo y gas, energía y servicios públicos, y productos químicos durante el segundo semestre de 2025.
El segundo semestre de 2025 se definirá por un reequilibrio activo de carteras, ya que las empresas del sector buscan desinversiones y consolidaciones estratégicas para generar valor y financiar la próxima ola de electrificación, descarbonización e infraestructura digital.
Los inversionistas financieros buscan cada vez más exposición a lo largo de la cadena de valor, desde la producción de energía upstream y el desarrollo de energía fotovoltaica hasta las soluciones de almacenamiento en baterías, lo que refleja una transición hacia carteras diversificadas y preparadas para el futuro. El mercado sigue fragmentado, con operadores especializados que ofrecen distintos perfiles de riesgo-rentabilidad, pero la verdadera oportunidad reside en la reinvención del modelo de negocio: integrar capacidades, impulsar la opcionalidad y asumir exposiciones al riesgo medidas para captar valor de las tecnologías emergentes.
Para prosperar en este panorama cambiante, las empresas deben realinear sus carteras y adoptar la innovación en sus modelos de negocio para captar valor en la electrificación, la descarbonización y la digitalización.
Este artículo está basado en el artículo “2025 mid-year outlook.Global M&A trends in energy, utilities and resources” de PwC Global. Esta versión es organizada y revisada por PwC Colombia.