Educación financiera, la respuesta ante la incertidumbre

13/05/21

Por Jorge Alfredo Fernández, Líder de Propósito e Inclusión en PwC México, y Ankit Sharma, Director de Servicios Financieros en Strategy&


Nunca es demasiado tarde para aprender de finanzas, pero definitivamente es mejor comenzar desde temprano. La educación financiera en los niveles escolares básicos permite que las generaciones más jóvenes cuenten con el conocimiento para gestionar sus recursos de manera eficiente, facilitando el ahorro y la planificación de un futuro estable.

Sin embargo, este proyecto, que se ha impulsado durante años, aún no ha logrado formalizarse en los programas educativos del sector público. Las principales consecuencias se materializan en el creciente uso de instrumentos financieros sin el conocimiento necesario, lo que podría afectar la economía individual, familiar y del país.


El ahorro informal y la educación financiera en México

El 63% de la población adulta en México (50 millones de personas) ahorra dinero a través de instrumentos informales, de acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF). Este número representa un aumento de 20 puntos porcentuales entre 2012 y 2018.

Cuatro de cada 10 adultos que recurre al ahorro informal guarda su dinero en casa, y dos de cada 10 participan en una tanda, profundiza la ENIF. 

Uno de los principios de la educación financiera destaca que el ahorro que no genera intereses porcentuales por lo menos del mismo nivel que la tasa de inflación pierde su valor en el tiempo. Esto significa que, entre enero de 2020 y enero de 2021 el efectivo que las personas ahorraron en su casa perdió 3.54 % de su poder adquisitivo.

A pesar del impacto que situaciones como la que hemos descrito tiene impactos en las finanzas personales y nacionales, un estudio realizado por Nacional Monte de Piedad y el ITAM reveló que al 51 % de los mexicanos nunca se les enseñó cómo administrar su dinero en las escuelas, y tan solo el 7 % de los maestros en México imparten materias relacionadas con finanzas. 

El problema se incrementa al observar que la falta de educación financiera es un problema heredado, ya que el estudio anteriormente mencionado también mostró que menos de la mitad de los padres (48 %) ha brindado algún tipo de educación financiera a sus hijos.


La inclusión financiera es labor de todos 

Inculcar conceptos financieros entre niños y jóvenes debiera empezar en casa. Con los más pequeños, los juegos virtuales pueden ser un gran aliado para promover de forma didáctica el manejo de su dinero, en tanto que para los adolescentes existe un creciente número de aplicaciones que les ayuda a tener un registro más claro de cuánto gastan, en qué rubros han realizado más compras y cuánto dinero les queda.

De igual forma, pueden poner a prueba sus nociones de administración con programas como “Access your potential”, una iniciativa abierta al público que implementamos en PwC para fortalecer la educación financiera y la educación digital en los niños y jóvenes. 

A través de este programa se busca también promover el acceso a oportunidades, la responsabilidad financiera y tecnológica, desarrollar un sentido de pertenencia y gestión del riesgo, además de ofrecer una preparación para un futuro más exitoso.

Propiciar acciones que fomenten la educación financiera es una tarea que se debe abordar desde todos los frentes, empresas, academia y autoridades. El bienestar financiero de un país empieza y termina con el bienestar financiero de los individuos.

Actualmente, cada vez más entidades bancarias desarrollan programas de inclusión y educación financiera adaptados a las demandas y necesidades de sus diferentes mercados. Cualquier persona que esté interesada en informarse sobre el tema puede consultar la lista de bancos que tienen programas de inclusión financiera para toda la población los canales de comunicación de la Asociación de Bancos Mexicanos.


Recomendaciones para un futuro financiero estable

Para fomentar mejores prácticas financieras es importante inculcar mayor interés por el tema. Cuánto se gana, cuánto se gasta y cuáles son las metas a corto, mediano y largo plazo son tres temas básicos en la construcción de un plan financiero.

Existen numerosos instrumentos formales de ahorro que permiten incrementar el valor de la cantidad ahorrada. Ya sea a través de un banco, un fondo de inversión o un instrumento gubernamental, hoy en día es posible automatizar el ahorro a través de aplicaciones y dar seguimiento a la cantidad ahorrada todos los días.

También es recomendable cuidar el historial crediticio y tomar decisiones manteniendo siempre un volumen de deuda significativamente menor a los ingresos mensuales. Esta simple práctica puede contribuir a mantener los ingresos balanceados y a proteger el patrimonio financiero.

Resta mucho por hacer para universalizar el acceso a la educación financiera a todos los niveles. Tanto las instituciones públicas como las privadas deben sumar esfuerzos para reducir el desconocimiento de conceptos financieros, ayudar a construir la confianza en el sistema bancario, y fomentar el ahorro y opciones de retiro, especialmente en las nuevas generaciones que construyen el futuro económico de México.

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Jorge Alfredo Fernández

Jorge Alfredo Fernández

Líder de propósito e inclusión, PwC México