La digitalización ha obligado a muchas organizaciones a replantearse sus procesos y medidas de seguridad sobre los datos y la información. En este proceso, abordar los problemas de seguridad requiere no solo el uso del software adecuado, sino también una comunicación inteligente y una gestión eficaz de los riesgos para adoptar las medidas de seguridad necesarias para cada organización.
Una de las principales preocupaciones de la mayoría de las organizaciones, de cara a los próximos dos años, son las interrupciones de la actividad por ciberataques.Esto se ve reflejado en las inversiones que realizan frente a la ciberseguridad. Según la Encuesta Global sobre Crisis y Resiliencia 2023, el 87 % de las empresas a nivel mundial tiene previsto asignar más recursos a su ciber resiliencia. Sin embargo, en algunas empresas se siguen descuidando factores cruciales para un nivel de protección diferenciado. Una de cada diez empresas no invierte en la supervisión de amenazas ni en la recuperación ante desastres.
Te puede interesar: Resiliencia en un mundo de policrisis
Para seguir siendo capaces de actuar en caso de ciberataques graves, es importante que los responsables de la toma de decisiones vinculen mejor sus estrategias de resiliencia y seguridad informática"
Finalmente, la adaptación de las empresas es fundamental en la era digital actual, ya que las amenazas y los riesgos evolucionan constantemente. Por lo anterior, es necesario que la dirección analice, evalúe y mejore continuamente los procesos y las medidas para hacer frente a los retos, con el fin de garantizar la resiliencia en la organización a largo plazo.
Este artículo se basa en el artículo "No resilience without cyber security” de PwC Germany. La traducción del texto original (en inglés) es organizada y revisada por PwC Colombia.