Las Empresas Familiares:

Representan más de la mitad del PIB mundial, son el motor de crecimiento y recuperación ante los momentos de crisis.

La empresa familiar tiene a su favor el compromiso del núcleo familiar por prosperar y, en especial, por construir un legado para las siguientes generaciones. Disponen de un sentido de pertenencia y orgullo único, que favorece una continuidad natural sustentada en la confianza y el traspaso de conocimientos. 

Además, son ágiles y por tanto más capaces de adaptarse, por lo que pueden apostar más rápidamente por las oportunidades en un entorno cambiante. Las empresas familiares representan más de la mitad del PIB mundial y son el motor de crecimiento y recuperación ante los momentos de crisis.

En Venezuela, han sido las empresas familiares las que mejor han logrado superar las dificultades, encontrando oportunidades en la crisis y ocupando los espacios que otros grupos desatendieron o cedieron. Las empresas familiares suelen ser más flexibles y ello les otorga un muy atractivo potencial de negocio ante nuevas expectativas.

Sin embargo, gestionar la continuidad y conservar el legado del negocio familiar implica transiciones e intereses complejos. Adaptar objetivos, decidir inversiones y planificar la sucesión más allá del grupo fundador, son temas centrales, que deben diferenciar entre empresa y familia. A su vez, surgen nuevas ambiciones que requieren interactuar con mayores grupos de interés, los cuales demandan confianza, transparencia y rendición de cuentas sobre la conducción institucional de la sociedad.

En Venezuela, han sido las empresas familiares las que mejor han logrado superar las dificultades, encontrando oportunidades en la crisis y ocupando los espacios que otros grupos desatendieron o cedieron.

Es aquí donde la adecuación corporativa cobra protagonismo para empresas familiares. Se trata de institucionalizar la conducción del negocio, formalizar su administración y control, apalancar su sentido de trascendencia y sobre todo, brindar seguridad, transparencia y confianza ante el mercado.

La empresa familiar se debe proteger de las turbulencias y los cambios que eventualmente puedan surgir por convergencia de intereses diversos y modificación accionaria, derivadas tanto de la sucesión y transición generacional natural de la familia, como de otras situaciones vinculadas con la relación de los miembros, la empresa y las nuevas inversiones.

La empresa familiar se debe proteger de las turbulencias y los cambios que eventualmente puedan surgir por convergencia de intereses diversos

Informalidad

Suele haber muy poco interés en fijar políticas e instancias formales y articuladas. A medida que la familia y su empresa van creciendo, esta situación puede conducir a ineficiencias, falta de transparencia e inclusive potenciar conflictos internos que eventualmente amenacen la continuidad de la empresa.

Transición

La evidencia muestra que el 75% de las empresas familiares que alcanzan operaciones de relevancia, son cerradas o vendidas durante las dos primeras generaciones y solo el 15% logra traspasar con éxito hasta la tercera generación.

Complejidad

Más allá de las complejidades de todo negocio, la empresa familiar suele enfrentar dificultades en su conducción ante la evolución que tengan los diferentes intereses de los miembros de la familia, así como también ante la mayor informalidad sobre áreas estratégicas que se vuelve indispensable institucionalizar.

Carencia de Talento

Muchas empresas familiares buscan atraer talento que pueda aportar al crecimiento de la organización.

Sin embargo, si las empresas no demuestran estabilidad, estructura y transparencia, no podrán generar la confianza necesaria para atraer y retener al talento que requieren.

Gestión administrativa

Al no tener formalidad sobre instancias y órganos de gobierno, las empresas familiares pueden tener debilidades de organización, segregación de funciones y definición de prioridades, dificultando la disponibilidad de información completa y oportuna y la toma de decisiones.