Por lo general, los esfuerzos anticorrupción se delegan a la gerencia media como un área más y no se apoyan en los niveles más altos. Adicionalmente, existe un desconocimiento de las organizaciones sobre mejores prácticas anticorrupción.
Según nuestra Encuesta de Delitos Económicos 2018, el 87% de las empresas cuenta con un programa formal de ética y cumplimiento, sin embargo, sólo:
Ha llevado a cabo una evaluación de riesgos en los últimos 24 meses.
Ha hecho una evaluación de riesgos de lavado de dinero en los últimos 24 meses.
1 de cada 3 ha realizado una evaluación de riesgos de corrupción.
Cada vez más países emiten leyes específicas anticorrupción, mientras que otros han aumentado el número de sanciones, por lo que las empresas deberán estar constantemente actualizadas sobre los cambios regulatorios y su posible impacto en la organización.
Existe un mayor nivel de exigencia por parte de empresas internacionales para adoptar los más altos estándares éticos, de integridad y transparencia. Esto conlleva un mayor peso en la reputación y prestigio de las mismas y de sus socios comerciales.
La inclusión del Capítulo 27 en el T-MEC se enfoca en penalizaciones sobre la obtención de ventajas indebidas con oficiales de gobierno. Además, se fomenta la adopción de programas de cumplimiento, controles internos y el correcto llenado y seguimiento de libros de registro.
En la presente administración se busca considerar la corrupción como un delito grave, por lo que el gobierno dará preferencia a empresas provenientes de países que no toleren la corrupción. Además, se hará una revisión de contratos que se hayan otorgado mediante influencias y corrupción.
Las más recientes regulaciones han reformado y adicionado disposiciones que establecen la responsabilidad penal de sociedades mercantiles y personas jurídicas en general, por lo que tu empresa puede estar en riesgo si cumple con alguno de los siguientes factores: tiene un modelo de negocio ampliamente basado en interacciones con gobierno, enfrenta potenciales alegatos de corrupción, pertenece a un sector altamente regulado (como energía, farmacéutico y financiero), realiza adquisiciones o desinversiones, especialmente en sectores más sensibles, cotiza en mercados de valores, especialmente SEC y/o planea listarse en mercados de valores nacionales y/o extranjeros.
Yonathan Parada
Socio de Cybersecurity Risk and Regulatory, Monterrey, PwC México
Eduardo Gómez Alcalá
Socio Líder de la Práctica Regulatoria del Sector Financiero, PwC México