¿Qué gana una empresa cuando propicia espacios seguros para trabajar?

Del 17 de febrero al 5 marzo se llevó a cabo el Sydney World Pride 2023, en Australia; y en el marco de este evento, se realizó el PwC Global Shine Summit 2023, en el que tuve oportunidad de representar a la comunidad LGBTQ+ de México. 

Esta es la segunda vez que asisto a un evento de este tipo. En esta ocasión, la dinámica se enfocó en invitar a varios colaboradores de PwC –también algunos clientes– de diversas partes del mundo; para organizar charlas, paneles, conferencias, ejercicios y trabajos en equipo, pero sobre todo ser un espacio seguro dónde pudiéramos compartir nuestras experiencias personales y culturales como parte de la comunidad LGBTQ+. También, contó con la participación de algunas personas que forman parte del gobierno de Australia y, por supuesto, expertos en temas relacionados con la comunidad LGBTQ+. 

Varias cosas me gustaron y llamaron mi atención. Por un lado, pude conocer Sydney y ser testigo de los avances en términos de Derechos Humanos para la comunidad LGBTQ+, y por el otro, disfruté de la presencia y conexión  de todas las personas que asistieron al evento y de la conexión que había. Éramos, por decirlo así, cómplices; nos sentíamos en un lugar seguro, abierto al diálogo y pensamiento, pero sobre todo, libre de juicios. 

Las personas que  pertenecemos a la comunidad LGBTQ+ tenemos procesos distintos, y todos hemos librado batallas diversas, muchas de ellas en soledad. Este tipo de eventos permite recordar que el camino de la auto-identificación de cada persona es diferente y probablemente ha sido muy difícil, ya que cada identidad LGBTQ+ tiene una realidad diferente que enfrentar. Sin embargo es importante recalcar que logramos como comunidad empoderarnos, a través de conocer nuestras historias y compartiendo mensajes fuertes y liberadores. 

Acudir al PwC Global Shine Summit reafirmó mi compromiso tanto en el aspecto profesional, como en el personal, de contribuir y apoyar la existencia de espacios seguros. Pude, además, conocer qué acciones se llevan a cabo a favor de la comunidad en otras sedes de PwC. En Nueva Zelanda, por ejemplo, se generan una serie de comunicados y posturas sobre las leyes relacionadas; en otras regiones, el tema pride se prolonga durante todo el año, no sólo existe un mes en específico. También ofrecen mayor visibilidad sobre el resto de las “letras” en la sigla LGBTQIA+: en México, por ejemplo, tenemos mayor dominio sobre los temas de  aquellas personas  que se identifican como lesbianas y gays que, de personas  bisexuales, trans* o queers, por lo que debemos seguir trabajando para recalcar la visibilidad y experiencias de todas las identidades de nuestra comunidad. En otras oficinas de PwC se ha apoyado colaboradores en su transición, también de manera psicológica. Y muchos de los ponentes se presentaron con sus pronombres, esto me parece que abona en generar pertenencia y respeto por las identidades de cada persona .

Un aspecto que me quedó claro es el camino que aún tenemos por delante para alcanzar una inclusión real. Si bien los esfuerzos que las empresas están haciendo las compañías dejan ver su compromiso con la comunidad LGBTQ+, al conversar con personas fuera de la firma me doy cuenta de que, en muchos sentidos, incluso hemos retrocedido. No en todas las empresas se busca generar un compromiso con la inclusión, equidad y la diversidad y al ver todo lo que PwC México ha logrado en este tema, me siento orgullosa de ser parte de una firma que promueve iniciativas en las que podamos ser nuestra mejor versión.

Al finalizar el evento, una de las dinámicas consistía en que los participantes debíamos elegir una canción que describiera nuestra experiencia. Yo elegí “This is me”, de la película “The Greatest Showman”, porque cuando escuchó esa canción y veo el video, pienso en que así somos, somos lo que somos; y muchas veces no encajamos en una sociedad. Pero eso no significa que no podamos; simplemente cada persona tiene un lugar específico en la sociedad, una labor. Sin embargo, a nosotros nos toca luchar un poco más.

Es importante reconocer, que aún no estamos dónde queremos estar. Hay mucho por hacer. Desde mi pensamiento, puedo decir que “el trabajo estará hecho” hasta que llegue el momento en que no “tengamos que salir del clóset”. Es ahí cuando podremos decir “lo logramos”. Mientras tanto, la batalla por alcanzar un terreno equitativo, la hacemos todos los días.